Maquillaje para el trabajo: discreto y sofisticado
Introducción
Cada día que vamos al trabajo, representamos a nuestra empresa y nos relacionamos con los demás compañeros y superiores. Es por eso que es importante prestar atención no solo a nuestra vestimenta, sino también al maquillaje que llevamos puesto. En este artículo, hablaremos de cómo lograr un maquillaje sutil y sofisticado para el ambiente laboral.
Primer paso: Preparación de la piel
Antes de aplicar cualquier cosa en nuestro rostro, es importante tener una piel limpia e hidratada. De esta forma, el maquillaje tendrá un acabado uniforme y duradero. La rutina ideal es realizar una limpieza facial con agua y jabón o utilizar un limpiador específico para nuestro tipo de piel. Después, se recomienda aplicar una crema hidratante que se absorba fácilmente.
Base de maquillaje
El objetivo principal de la base de maquillaje es igualar el tono de la piel y cubrir pequeñas imperfecciones. En el ambiente laboral, es importante elegir una base que no sea muy pesada, para evitar que se vea artificial. Se recomienda aplicar una capa fina con una brocha o con los dedos, prestando especial atención a la zona de la T (frente, nariz y mentón), donde se suelen acumular más los brillos.
Corrector y polvos translúcidos
Para cubrir ojeras o pequeñas manchas más oscuras, se aconseja utilizar un corrector del mismo tono que nuestra base de maquillaje. Después, para fijar todo el maquillaje y evitar brillos, se aplican polvos translúcidos con una brocha. Es importante no aplicar una cantidad excesiva, para no perder el aspecto natural que buscamos.
Ojos
En el ambiente laboral, se recomienda utilizar colores neutros o marrones en las sombras de ojos, para evitar que llamen demasiado la atención. Además, es importante evitar utilizar delineadores muy gruesos o llamativos. Para dar un toque especial al maquillaje, se pueden aplicar falsas pestañas naturales y una máscara de pestañas que alargue y defina nuestras pestañas.
Labios
En cuanto a los labios, se recomienda utilizar tonos suaves y neutros, como el rosa palo o el nude. De esta forma, se logra un look más discreto y sofisticado. Es importante que el labial tenga una textura hidratante, para evitar que se agriete y quede pegajoso.
Últimos detalles
Una vez hayamos terminado con el maquillaje, es importante repasar el acabado final. Podemos utilizar una brocha para retirar alguno de los excesos que haya podido quedarse en la piel. Además, podemos aplicar una bruma fijadora para que nuestro maquillaje se mantenga intacto durante todo el día.
Conclusión
En definitiva, el maquillaje para el ambiente laboral debe ser discreto y sofisticado. Utilizando tonos suaves y neutros conseguiremos un efecto natural que nos permitirá sentirnos cómodos y atractivos. Es importante recordar que, aunque estemos en el trabajo, debemos mantener nuestra esencia y nuestra personalidad en todo momento.